sábado, 15 de junio de 2013

Curioso ver los kilobytes de cada foto



La primera foto es la que ocupa más kilobytes, y la última la que menos; están tomadas  todas seguidas esta mañana (bueno, había algunas en medio, pero es que no iba a ponerlas todas), cuando aún andaba dormidilla. No sé, quizá sería bueno que me formase un poco en parapsicología, porque parece que por ahí andarían las cosas. Espero que no se esté estropeando la cámara, porque andaba con poca batería. En cualquier caso, es curiosísimo.

Empiezo mis vacaciones, pienso recorrerme todas las librerías cercanas a mi casa, y todas las terracitas que pueda también. Hace buenísimo, y aunque tengo que ir a varios médicos, los he puesto casi todos a primera hora de la mañana para que me quede el día libre.

Voy mejor, después de la tremenda alergia que me ha dado esta semana...

A. López

martes, 11 de junio de 2013

Ver para creer


 
Entre estas dos imágenes hay medio minuto de diferencia. Era un día en el que no estaba la luna en el amanecer, y yo había estado leyendo un libro en que una paciente en muerte clínica entraba en el cielo a través de una puerta en la luna. Y esto fue lo que recogió mi cámara a la mañana siguiente a mi lectura. Ver para creer; desde luego, algo hay después de esta vida. Si dudas, compara las nubes...

Después de esto, cerré mi cámara y no la abrí hasta el día siguiente, pasando por esa fotografía de puntillas, con miedo... Hoy la publico, como una cosa curiosísima, uno de esos milagros de cada día que nos pasan desapercibidos casi siempre. Porque, lo comprobé asombrada en ese mismo momento: eso que recogía mi cámara, esa luna que estaba en la pantalla al hacer la foto, no estaba en el cielo.  Era el ocho de junio en Madrid.

A. López

lunes, 10 de junio de 2013

Hoy, frita


Nada, imposible: me desperté tardísimo y con el tiempo justo para salir corriendo al trabajo. Así que pongo la foto del amanecer de ayer (la de abajo), junto con un atardecer desde la ventana de la cocina del piso de Sevilla; tengo que ir allí a sacar más fotos, porque esa no es muy buena, y son tan espectaculares como los del estudio de Madrid...

Estoy algo derrengada, y me estoy hinchando toda, como un globito, al igual que en los dos años anteriores. Necesito ya esas vacaciones, o tal vez una baja. A ver qué tal me levanto mañana; pondré el despertador temprano para intentar ir más regulada. Y eso que hoy estaba contentísima y muy descansada, pero llega una hora a la que no puedo más durante la jornada.

A. López

sábado, 8 de junio de 2013

Una foto, y a la cama

¡Qué sueño tenía...! Me levanté a la hora de siempre, hice la foto, y enseguida me volví a dormir. Y luego, ya con claridad, estuve un rato esperando a que el café me hiciera efecto antes de salir a dar una pequeña vuelta, nada complicado: sólo comprar la lotería y alguna cosilla.

Hoy el día no ha estado tristón del todo; y ya habrá pocos con nubes, viene el verano y se acabarán las lluvias. Seguramente hoy, con esas nubecillas, habrá una bella puesta de sol, pero me siento ya, a las nueve de la noche, cansada para subir al estudio. A ver mañana...

A. López

jueves, 6 de junio de 2013

Nubecillas de casi verano



Nubecillas y más nubecillas, y alguna que otra tormenta nocturna que me ha desvelado. Así viene, poco a poco, el verano a la ciudad de Madrid. Son fotos de anteayer y ayer; hoy, cuando ese día despierte, haré otra foto, que luego por la tarde no podré poner porque estaré rendida de cansancio.

Una semana y un día para mi primer tramo de vacaciones... Tengo que ir pensando ya en qué voy a hacer con esa semana, en cómo voy a disfrutar mis días en Madrid, con ese verano que ya asomará de lleno en esas fechas. De momento, voy a ir cambiando el armario y sacando esas ropas alegres y fresquitas que todo el año una sueña con volverse a poner. Estoy deseando vestirme de manera más informal en esos días de descanso...

A. López

martes, 4 de junio de 2013

El amanecer de ayer

Hoy pongo también una imagen refrescante, de uno de esos inviernos en los que, como no tenía ciática, esquiaba en invierno. Es desde la ventana de mi habitación del hotel, lo que se veía al despertar. ¡Qué tiempos!

Ahora, tengo mis amaneceres desde el balcón. Por cierto, ayer estaba tan hecha polvo que no pude escribir ni unas líneas, y hoy, claro, me he despertado tardísimo, así que ya había más que amanecido cuando me asomé al balcón. Un día radiante, en que este mediodía es el anuncio de un verano que ya, ya, está aquí.

Así que habrá que terminar de adelgazar, por eso de ponerse el bikini, y, con un poco de suerte, al adelgazar ya no tendré ciática, y podré tomar, quizá, más fotos de esos inviernos de blancos amaneceres...

A. López

domingo, 2 de junio de 2013

Sin parar de dormir


Hoy escribo tarde, y es que no puedo parar de dormir. Empecé ayer a las seis de la tarde, me he levantado a las diez de la mañana aunque salí de la cama a eso de las seis para tomar la fotografía del amanecer, he dormido siesta, y estoy con ganas de acostarme otra vez. ¡Y son sólo las seis y media de la tarde!

Hoy pongo también una fotografía de principios de primavera. Está tomada desde la ventana de mi antigua habitación, en la casa familiar. Me encantaba asomarme cada día y descubrir cuándo salían los brotecitos del árbol de flores rosadas: se acababa ya el frío. Y cuando el amarillo de atrás se ponía brillante, es que ya iba a hacer buenísimo.

Aquí, en el centro de la ciudad, la primavera se presiente en esas terracitas que sacan a las calles donde, al principio con abrigo aún, se sientan los más osados. Ahora ya hay mucha gente a todas horas en esas terracitas; es casi verano, esa estación en que entran ganas de hacer cosas sin parar, suponiendo que logre, claro está, despertarme...

A. López