miércoles, 4 de noviembre de 2015

Otra mañana sin trabajar...

    Bueno, parece que voy consiguiendo un ritmo en mi casa, de hacer cosas, pero no es lo mismo que levantarse, ponerse guapa, pintarse los labios y salir corriendo a coger el metro o el coche para ir a algún lado... Añoro el trabajo, pero ahora mismo sé que igual va a ser difícil, aunque no imposible, volver.
    Los días transcurren aún cansadísima, entre los últimos coletazos de una alergia casi imposible que he padecido este verano y la salida de una depresión más imposible aún que los médicos se empeñan en clasificar con escaso éxito. Ahora, queda mucho por hacer y a la vez nada, que es difícil conocer las prioridades cuando una trabaja para sí misma como me ocurre ahora a mí con esto de escribir: no sabes si lo que vas a contar le puede interesar a alguien... Pero ahí está mi maletín, lleno de proyectos antiguos...

A. López

No hay comentarios:

Publicar un comentario